El tipo de cambio es un factor de preocupación para casi el 20% de la industria
El economista Fernando Dantas dice que el tipo de cambio se ha convertido en una preocupación para la industria porque hay factores que impactan directamente en las operaciones y la competitividad. Entre los principales motivos destaca la devaluación de la moneda local.
“Una moneda devaluada puede aumentar los costos de producción, impactando el margen de ganancias. Desde el punto de vista de la política de inversión monetaria, las fluctuaciones del tipo de cambio significan que las industrias necesitan una mayor estabilidad para planificar inversiones a largo plazo. Las fluctuaciones en los tipos de cambio crean incertidumbre, lo que dificulta predecir ingresos y gastos futuros”, destaca.
Dantas también afirma que las empresas con deudas y financiamiento en moneda extranjera se ven directamente afectadas por la devaluación de la moneda local, aumentando los costos financieros y el riesgo de default.
“La devaluación de la moneda, entonces, también puede generar inflación importada, lo que significa que los precios de los productos y servicios importados comprados en el extranjero pueden reducir el poder adquisitivo de los consumidores, tener un impacto en la capacidad de las industrias para traspasar estos costos y esto genera una serie de impactos en la capacidad de la industria para seguir siendo competitiva, predecible y con precios estables”, destaca.
Según el profesor de Logística y Planificación Estratégica del Centro Universitario Uniceplac y Máster en Gestión Económica Ambiental, Romilson Aiache, cualquier inestabilidad en las áreas que componen la formación de costos y precios dificulta la planificación empresarial y el desempeño de la organización:
“Pensando en la oferta agregada, esto podría perjudicar la productividad y la competitividad de nuestros productos”, destaca.
Tipo de cambio
Para el profesor Romilson Aiache, la inestabilidad económica, además de causar desgaste al país, afecta la productividad y la competitividad de los productos brasileños.
“El tipo de cambio lo gestiona Bacen, que mantiene una postura independiente del gobierno. Así, el tipo de cambio se convierte en una respuesta del mercado al desempeño de la economía. En este sentido, revertir un escenario desfavorable no es sencillo, ya que depende de un conjunto de factores económicos y políticos, ya que el mercado es sensible a las medidas y actitudes gubernamentales”, advierte.
En opinión del economista Fernando Dantas, el contexto de volatilidad del tipo de cambio vuelve desafiante el escenario de la industria nacional, aunque, según él, el tipo de cambio devaluado hace que los productos brasileños sean más competitivos a nivel global. Por otro lado, el experto destaca:
“Los insumos extranjeros consumidos para producir estos productos nacionales también son muy valorados, lo que dificulta bastante la planificación de esta industria. De hecho, es necesario hacer esfuerzos para dar mayor previsibilidad y estabilidad al tipo de cambio, para hacer más competitivos los productos brasileños”, observa.
Posibilidad de mejorar el escenario.
El doctor en economía Gustavo Galvão Paraíso cree que la apreciación del dólar es un fenómeno resultante de las altas tasas de interés que se pagan por los bonos del Tesoro estadounidense.
“Este es un fenómeno independiente de la política monetaria aplicada en Brasil y se extiende a todas las monedas negociadas y convertibles. Lo que hace el Banco Central para gestionar esta situación es ofrecer divisas, realizar contratos de swap de divisas y hay cierta limitación para este tipo de políticas”, señala.
Pero otras acciones también podrían controlar este escenario inestable.
“También ayudaría si el gobierno señalara su responsabilidad con el equilibrio fiscal y así señalara a los inversores extranjeros que la estabilidad de las expectativas generará seguridad para Brasil. Sus inversiones, que traerían un mayor flujo de recursos en divisas, mejorando el perfil cambiario en Brasil”, evalúa.
Confianza en el sector
La más reciente encuesta del CNI, que analiza el Índice de Confianza Empresarial Industrial (ICEI), muestra que el pesimismo de los empresarios sobre la economía brasileña hizo caer el indicador, registrando el nivel más bajo desde mayo del año pasado. Según la encuesta, la percepción de los directivos es que las condiciones actuales son peores en comparación con los seis meses anteriores, especialmente para la economía brasileña y, en menor medida, para las propias empresas. El descenso fue de 51,4 puntos a 50,1 puntos. La encuesta entrevistó a 1.271 industrias en todo el país, entre el 1 y el 5 de julio.
ICEI consulta a empresarios industriales para predecir el desempeño y señalar cambios en la tendencia de la actividad industrial. La encuesta es mensual y recoge la información necesaria para la construcción del ICEI, la Encuesta Industrial y la Encuesta de la Industria de la Construcción.
Por Brasil 61