Alrededor de 300 municipios han registrado emergencia climática en 2024

Los estados brasileños están sintiendo cada vez más los impactos del cambio climático. En los primeros seis meses de 2024, alrededor de 300 municipios registraron una situación de emergencia debido al clima. La sequía y la baja humedad del aire, por ejemplo, afectan con mayor intensidad a estados como Piauí y Minas Gerais. Los datos se encuentran en el Sistema Integrado de Información de Desastres (S2ID) del Ministerio de Desarrollo e Integración (MIDR).

El abogado especialista en derecho agrario Francisco Torma informa que el factor climático causó daños a los cultivos brasileños, impactando directamente la macroeconomía del país. Para él, el escenario agrícola en 2024 ha resultado desafiante.

“En el Centro-Oeste, las pérdidas en la agricultura se debieron a una severa sequía que comenzó en 2023 y acompañó el ciclo productivo de la soja, principal cultivo de verano del país. Como si la sequía no fuera suficiente para impactar negativamente en la formación del grano, la lluvia llegó precisamente cuando ya no era necesaria: en el momento de la cosecha. La producción, que ya era baja, en muchas propiedades terminó siendo aún menor debido a que el grano se pudría en la propia planta, imposibilitando la cosecha”, explica.

Sólo en la Región Norte, los efectos negativos causados ​​por la sequía ya afectaron a más de 900 mil personas y provocaron – hasta el 17 de julio – pérdidas económicas de más de R$ 1,1 mil millones, señala la Confederación Nacional de Municipios (CNM).

El consultor y analista de Cultivos y Mercados, Luís Fernando Gutiérrez, dice que los problemas climáticos han afectado varias producciones en Brasil y destaca la soja que, según él, es el buque insignia de la producción agrícola brasileña.

“La cuestión climática es el principal tema en la producción agrícola. Sin un buen clima no podemos producir, tenemos pérdidas y todo lo demás. Por eso es importante que nos ocupemos del tema climático, porque especialmente en años de sequía tenemos grandes pérdidas de producción y, obviamente, grandes pérdidas financieras. Entonces es importante prestar atención a esto”, observa.

Baja producción

Un estudio de la Asociación Brasileña de Productores de Soja de Mato Grosso (Aprosoja-MT) muestra que el escenario negativo redujo la producción y la productividad. La estimación es que la cosecha de soja 2023/24 podría alcanzar el 21% en el estado de Mato Grosso.

Según la investigación, en enero, el gobierno de Tocantins declaró una situación de emergencia debido a la sequía. Aprosoja-TO estima una pérdida de al menos el 20% en la cosecha de soja 2023/24. En febrero, fue el turno del gobierno de Goiás de declarar emergencia en 25 municipios. Las proyecciones de Aprosoja-GO indican una reducción de al menos el 15% del potencial de producción con respecto a las estimaciones iniciales, que ascendían a 17,5 millones de toneladas.

Para el abogado especialista en derecho agrario Francisco Torma, las pérdidas causadas por cuestiones climáticas son una preocupación para el escenario agrícola brasileño.

“En muchas regiones, el suelo productivo fue arrastrado y dio paso a zanjas y rocas. Se estima que la agroindustria en Rio Grande do Sul sufrió pérdidas de alrededor de R$ 3 mil millones y esta cifra no hace más que aumentar. Y este no es el único problema: se estima que hará falta al menos una década para recuperar estas pérdidas. Al final de la cosecha de invierno podremos estimar las pérdidas del año, pero 2024 será seguramente un año en el que la agricultura brasileña no tendrá buenos recuerdos”, lamenta.

Previsión para los próximos días.

Una intensa masa de aire caliente y seco, que opera en gran parte del país, mantiene el cielo con pocas nubes, ausencia de lluvias, aumento de las temperaturas y baja humedad, lo que favorece la ocurrencia de incendios e incendios forestales, según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).

En las regiones Centro-Oeste, Rondônia, zonas del sur de Amazonas, gran parte de Pará, Tocantins, sur de Maranhão, Piauí, además del oeste de Bahía y Sudeste, se espera que la masa de aire actúe con más intensidad. El escenario es el mismo en el oeste de Minas Gerais, São Paulo y en zonas del norte de Paraná.

El meteorólogo del Inmet, Heráclio Alves, afirma que se espera que las lluvias sean inferiores a la media y que persista el calor, lo que genera preocupación en algunas regiones.

“En estas localidades se esperan temperaturas más altas, especialmente en Pará y Amazonas, además de Tocantins, donde las máximas podrían alcanzar alrededor de 37 grados y con pocas posibilidades de lluvias en los próximos días. La humedad en estas localidades también debería variar por la mañana en torno al 85%, pero por la tarde, por la acción de esta masa de aire, la humedad puede descender por debajo del 20% en algunas localidades”, destaca.

Por Brasil 61

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