BASA estima aplicar R$ 10 mil millones en líneas de crédito para proyectos sustentables en los próximos 4 años

Los empresarios interesados ​​en invertir en proyectos de infraestructura en la Amazonía Legal tienen una nueva oportunidad para expandir sus negocios. EL Banco de la Amazonia (BASA)junto con otras instituciones financieras, proporciona una línea de crédito específica para apoyar iniciativas que promuevan el desarrollo sostenible.

Este es el Programa de financiamiento de Infraestructura Verde Amazónica. Según BASA, los recursos estarán disponibles para proyectos en áreas como infraestructura de agua y alcantarillado, con soluciones que garanticen el acceso a agua potable y saneamiento básico, y generación de electricidad a partir de fuentes renovables, con incentivos a la producción de energía limpia. y sostenible, entre otros.

El gerente ejecutivo de Personas Jurídicas y Relaciones Bancarias de BASA, Luiz Lourenço de Souza Neto, explica que la iniciativa tiene como objetivo el desarrollo económico de la región, con el apoyo de otras empresas, incluidas las internacionales.

“Hay otras instituciones financieras, otros mecanismos que también apoyan estos proyectos, dada su importancia y tamaño donde se implementan. Entonces, hablando sólo de BASA, si miramos lo que esperamos para los próximos cuatro años, hay expectativas de superar los R$ 10 mil millones en inversiones en proyectos de infraestructura en la Amazonía”, destaca.

AMABIO: BASA opera en un programa que debería movilizar mil millones de euros en inversiones en la Amazonía

Según BASA, también existe la posibilidad de aplicación en el sector de transporte y logística como puertos y aeropuertos sustentables, con el fin de mejorar la eficiencia y conectividad en la región. El banco también fomenta el movimiento de transición energética apoyando proyectos destinados a migrar la energía generada con diésel a otras formas de energía de menor impacto, como las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) y las plantas de generación hidroeléctrica (CGH).

Luiz Lourenço de Souza Neto destaca que el programa cuenta con algunas salvaguardas que apuntan, entre otras cosas, a garantizar la preservación del medio ambiente y el desarrollo económico de las empresas del sector privado, así como contrapartidas sociales en cada proyecto financiado.

“La situación de la tala de bosques no la financiamos de ninguna manera. Matriz energética, no financiamos proyectos de diesel oil, por ejemplo, proyectos de energía térmica, tampoco forman parte de nuestro pipeline. Financiamos la transición con producciones a plazo para energía solar, biomasa y biogás, por ejemplo. Esta posibilidad de transición energética de un modelo que compromete los recursos naturales, a un modelo más limpio y verde es muy importante dada la realidad regional”, explica.

Infraestructura Verde Amazónica: condiciones de financiación

La condición se ofrece a empresas de todos los tamaños, con excepción de los microempresarios individuales. El financiamiento tiene una tasa de interés que toma en cuenta la Tasa de Interés de los Fondos Constitucionales (TFC), ajustada según el sector, tamaño y propósito del proyecto.

En cuanto a los plazos, existen algunas diferencias. Para financiación total, el plazo puede ser de hasta 34 años, con un período de gracia de hasta 8 años. Para capital de trabajo el plazo es de hasta 36 meses, con un período de gracia de hasta 5 meses.

Consulte la lista de áreas que pueden beneficiarse de la financiación:

• Infraestructura de agua y alcantarillado: soluciones que garanticen el acceso a agua potable y saneamiento básico;
• Generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables: incentivo a la producción de energía limpia y sostenible;
• Plantas de compostaje y/o vertederos sostenibles: proyectos que promuevan la gestión de residuos de forma ecológica;
• Almacenamiento de energía procedente de fuentes renovables: soluciones innovadoras para el almacenamiento eficiente de energía;
• Puertos y aeropuertos sostenibles: infraestructura que minimice el impacto ambiental;
• Transmisión y distribución de energía: ampliación y modernización de redes eléctricas;
• Sistema de telefonía fija o móvil y banda ancha en comunidades: conectividad para zonas remotas;
• Otras obras de estructuración ecológica y sustentable: proyectos que promuevan el desarrollo sustentable.