China aumenta en un 20% las importaciones de soja brasileña

Entre los países que más compran oleaginosas brasileñas están China, responsable por más del 70% del volumen; seguida de España, con 1.749 millones de toneladas, seguida de Tailandia, con 1.328 millones de toneladas.

El consultor de Safra e Mercado, Luiz Fernando Gutiérrez, comenta sobre los meses de fuerte producción de soja en Brasil y revela que la expectativa es muy buena este año también para las exportaciones de salvado. “Abril, mayo, junio son los principales meses de exportación en Brasil, de soja en grano, porque ahí es donde se encuentra la mayor parte del volumen. Así que las perspectivas son grandes. Vamos a batir un récord de exportación, seguro. Y también salvado. Ya teníamos récord de quiebres en Argentina. Estamos pronosticando exportaciones de 22 millones de toneladas”.

En Brasil, el estado que aparece más destacado en el envío de soja es Mato Grosso, que ya sumó 17,295 millones de toneladas este año. Luego vienen Goiás, Paraná, São Paulo, Mato Grosso do Sul y Minas Gerais, con volúmenes entre 5.598 y 3.318 millones de toneladas. Los municipios con mayor producción de soja del país son Sorriso y Campo Novo dos Parecis, ambos en Mato Grosso. Y Cristalina, en Goiás.

El gran volumen de exportaciones de soja tiene un efecto positivo en varios sectores de la economía brasileña. Estos impactos van desde el productor hasta el PIB del país, explica el economista Hugo Garbe. “La mayor exportación de soja tiene un gran efecto en la economía brasileña en su conjunto y en toda la cadena de suministro de la agroindustria, desde el productor de soja hasta el vendedor de fertilizantes, el vendedor de maquinaria, equipos. Es creación de empleo, ingresos para la población. Los agronegocios representan casi el 27% del PIB brasileño. El PBI resultó mayor y mejor de lo esperado, en gran parte debido al buen resultado del PBI agropecuario que influyó en el PBI general aquí en Brasil”.

Para los especialistas, en el transcurso de 2023, la tendencia es que Brasil continúe con este nivel de exportaciones, o incluso superior, no solo por la demanda mundial de alimentos, sino también por los precios competitivos en el mercado internacional de la soja.