Crédito bancario aumenta 14% en 2022, impulsado por personas físicas
En el primer semestre, el crecimiento en el saldo se mantuvo a un ritmo alto, impulsado por modalidades de mayor costo en el segmento de personas físicas (personas físicas) y por capital de trabajo en el segmento corporativo (corporativas). En el segundo semestre, sin embargo, el BC observó una desaceleración en la expansión crediticia, con el enfriamiento del crédito libre.
El saldo total de préstamos y financiaciones creció 14% en el año, alcanzando R$ 5,3 billones. Sin embargo, el documento señala que el aumento de la tasa Selic, actualmente en 13,75% anual, se traspasó a los intereses cobrados por las operaciones de crédito contratadas el año pasado. La tasa de interés promedio de los nuevos contratos aumentó más fuertemente en el segmento de FP con recursos libres. En cuanto a la morosidad, hubo un incremento en el crédito libre, especialmente en el segmento de hogares.
En el primer semestre de 2022, el crecimiento del crédito en el segmento de personas físicas se mantuvo a un ritmo elevado, alcanzando una variación equivalente a 17,7% anual en junio, aún con la implementación de la política monetaria más contractiva, desde inicios de 2021 El índice entre el crédito y el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó 53,8% en diciembre, un aumento de 1,2 puntos porcentuales en el año.
“La expansión del crédito dirigido a las FP en 2022 se dio de manera heterogénea entre regiones geográficas, siendo la Región Norte la de mayor crecimiento y la Sudeste la de menor. El crédito de las mujeres creció ligeramente más que el de los hombres en 2022, a diferencia de los dos años anteriores, cuando había crecido menos. En términos de grupos de edad, los más jóvenes experimentaron la mayor desaceleración crediticia y el mayor aumento de la morosidad en 2022”, dice el informe.
Entidades legales
En cuanto al crédito para personas jurídicas (PJ), el ritmo de expansión el año pasado también fue heterogéneo entre las regiones de Brasil, siendo la Región Sudeste la que presentó el menor crecimiento. Las empresas más jóvenes fueron las que presentaron mayores tasas de crecimiento en su saldo acreedor, lo que refuerza la tendencia de los últimos años. En 2022, hubo crecimiento en el crédito a empresas en todos los sectores de actividad económica, con énfasis en Construcción e Industrias Extractivas.
Otro punto destacado en el informe es que la expansión del crédito a personas jurídicas en 2022 fue impulsada por las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), cuyo saldo de cartera crediticia siguió ganando participación en la cartera de las PJ.
Por otro lado, la tasa de morosidad de las empresas más pequeñas (micro y pequeñas) continúa con una tendencia al alza, a diferencia de la tendencia de las grandes empresas, que mostraron tasas de morosidad decrecientes en los últimos dos años.
Como resultado, la Encuesta Trimestral de Condiciones Crediticias (PTC) registró situaciones más restrictivas de aprobación de créditos por parte de las entidades financieras a lo largo de 2022, consistentes con el escenario de alza de tasas de interés.
Entre los factores que contribuyeron a la mayor restricción al crédito se encuentran las condiciones generales de la economía nacional en el segmento de grandes empresas; nivel de morosidad en el caso de las MIPYMES; nivel de compromiso de ingresos en el segmento de crédito al consumo; y costo o disponibilidad de fondos (financiamiento) en el caso de préstamos para vivienda.
Por el lado de la demanda, en los segmentos de crédito corporativo, la necesidad de capital de trabajo fue señalada como el principal factor para el aumento de la demanda. El cambio en la tasa de interés fue percibido por las instituciones financieras como un importante factor inhibidor de la demanda en los dos segmentos de crédito para FP y MIPYME.
En el balance final de 2022, el saldo de crédito a personas físicas registró un incremento de 17,7% (21% en 2021), con variaciones de 17,4% en las modalidades de crédito libre (énfasis en nómina) y de 18% en el crédito destinado ( enfatizando tanto el crédito rural como el financiamiento inmobiliario).
En el segmento corporativo, hubo un incremento en el saldo de 9% (10,6% en 2021), con una variación de 10,1% en el crédito libre, con énfasis en capital de trabajo, descuento de efectos comerciales y cuentas por cobrar y financiamiento de vehículos.
El crédito dirigido creció el 6,9%, con alzas del 5,5% en el saldo de operaciones del BNDES, del 12% en el crédito rural y del 5% en la modalidad de otros créditos dirigidos, en los que destacan los Programas Nacionales de Apoyo a la Micro y Pequeña Empresa (Pronampe) y el Programa de Acceso a Créditos de Emergencia (Peac).
Costo del Crédito
El Indicador de Costo de Crédito (ICC), el costo promedio de toda la cartera del sistema financiero, registró, en diciembre de 2022, una tasa de 21,5% anual. El ICC sobre préstamos con base en recursos libres alcanzó 30,7%, con 19,4% para personas jurídicas y 40,4% para personas físicas.
El ICC sobre préstamos con recursos asignados alcanzó 9%, 9,4% para empresas y 8,8% para personas físicas. la trayectoria de desparramar del ICC también fue en aumento, de 11,8 puntos porcentuales a finales de 2020 a 13,9 puntos porcentuales a finales de 2022.
El documento refuerza que el aumento de la Selic se trasladó a los intereses cobrados por las operaciones de crédito contratadas en 2022, alcanzando una tasa promedio de 30,1% anual en diciembre, un aumento de 5,5 puntos porcentuales en todo el año. En crédito libre, la tasa de interés promedio aumentó 7,9 puntos porcentuales, finalizando el año en 41,7% anual.
La tasa promedio de las modalidades con recursos libres en la contratación de personas físicas alcanzó 55,4% anual en diciembre, con un aumento de 10,4 pp en el año. Hubo un aumento superior al promedio en los intereses cobrados a las tarjetas de crédito revolventes, que se ubicaron en 60.3 puntos porcentuales.
En diciembre, en el segmento corporativo, la tasa libre alcanzó el 23,1% anual, un aumento de 3,4 puntos porcentuales en el año.
por defecto
En 2022 se registró un incremento en la morosidad de los créditos otorgados en el ámbito del Sistema Financiero Nacional. La tasa de morosidad de los préstamos a familias con libres recursos creció con mayor intensidad en el primer semestre, principalmente en las modalidades de tarjeta de crédito revolvente y crédito personal sin nómina. En el segmento de empresas con recursos libres, hubo un empeoramiento de la morosidad de más de 90 días en el cuarto trimestre, especialmente en la modalidad de capital de trabajo.
La tasa de morosidad bancaria aumentó 0,7 puntos porcentuales en el año, alcanzando el 3% en diciembre. La morosidad en la cartera de préstamos corporativos aumentó 0,4 puntos porcentuales hasta el 1,7%, con un aumento de 0,6 puntos porcentuales en el crédito común y estabilidad en los préstamos específicos. El crédito a personas creció 0,9 puntos porcentuales, alcanzando el 3,9%, con una variación de 1,5 puntos porcentuales en las modalidades gratuitas y también estabilidad en las focalizadas.
Foto de © José Cruz/Agência Brasil