Custo Brasil es uno de los principales problemas que enfrenta la industria en el país

El Costo Brasil es una expresión utilizada para definir los problemas burocráticos y estructurales que obstaculizan el crecimiento del país. Según un estudio del Movimento Brasil Competitivo en colaboración con el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC) y la Fundación Getulio Vargas (FGV), el costo de hacer negocios en Brasil es alrededor de R$ 1,7 billones superior al promedio de los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La complejidad del sistema tributario brasileño aumenta el precio de los productos y reduce la inversión, según el subdirector de la Comisión de Derecho Tributario de la OAB-GO, Guilherme Di Ferreira. El experto afirma que el monto de los impuestos perjudica el crecimiento del país. La excesiva carga tributaria en Brasil es señalada como uno de los principales factores del llamado Custo Brasil.

“Mientras más gastan las empresas en impuestos, los productos se encarecen y dejan de invertir hasta en su propio país o en sus empresas o en mejoras. Por eso, acaba perjudicando el crecimiento del país, porque el país también necesita empresas privadas para su crecimiento”, destaca Di Ferreira.

El diputado federal Vitor Lippi (PSDB-SP), integrante del grupo de trabajo que analiza la reforma tributaria en la Cámara (PEC 45/2019), cree que el mayor desafío para el crecimiento del país es la simplificación del actual sistema tributario. El parlamentario defiende la medida como fundamental para la generación de empleos e ingresos.

“Mientras más gente tenga trabajo, más ingreso familiar tenemos, más gasta esta gente en comercio, en servicios. Esto mueve toda la economía brasileña. Además, creemos que con esto no solo podremos ayudar a las industrias que ya están en Brasil, sino atraer empresas de todo el mundo que, mientras tengamos un buen sistema tributario, seguramente podrán elegir Brasil para hacer sus nuevas inversiones”, señala.

Reforma fiscal

El actual sistema tributario brasileño quita competitividad a las empresas, inhibe las inversiones y limita la inserción internacional, según el Plan de Reanudación de la Industria, elaborado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI). La tributación al consumo es identificada en el documento como uno de los principales desafíos para el crecimiento de la economía brasileña.

Según un estudio de la CNI, “los residuos fiscales (vinculados a PIS/Cofins, IPI, ICMS e ISS) representaron, en promedio, el 9,7% de los ingresos netos de las empresas en 2021. Entre sectores, la acumulación de residuos varía: 12% en Agricultura y Ganadería; el 11,6% en Servicios; y el 7,4%, en Industria (todo ello en proporción a los ingresos netos).”

Hay propuestas maduras de reforma pendientes en ambas cámaras del Congreso. La PEC 45/2019, de la Cámara, propone sustituir cinco impuestos —PIS, Cofins, IPI, ICMS e ISS— por un impuesto único sobre bienes y servicios (IBS).

En el Senado, la PEC 110/2019 pretende extinguir nueve impuestos: siete federales — IPI, IOF, PIS/Pasep, Cofins, Salario-Educación y CIDE Combustibles; el ICMS estatal; y el Impuesto a los Servicios (ISS) municipal. El texto prevé la sustitución de estos impuestos por dos nuevos impuestos: uno sobre el valor añadido de los bienes y servicios; y otro destinado a determinadas actividades, el Impuesto Selectivo, en sustitución del IPI.

Según el Ministerio de Hacienda, un impuesto al valor agregado permite que las empresas paguen solo sobre el valor agregado al producto o servicio. La carpeta establece que la unificación de impuestos trae más transparencia, ya que se grava sobre los ingresos brutos y no sobre todos los ingresos. Además, la simplificación de la tributación con la adopción del IVA generaría más eficiencia en la organización de la actividad económica, lo que estimula la competencia entre empresas y beneficia al consumidor.