Estudio señala desafíos del seguro rural en medio del cambio climático

Estudio señala desafíos del seguro rural en medio del cambio climático
Estudio señala desafíos del seguro rural en medio del cambio climático
El año pasado, la producción agrícola cayó un 1,7 % en Brasil en comparación con el resultado de 2021, y el cambio climático ha sido responsable de importantes pérdidas de cosechas. Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, el aumento en la frecuencia de eventos climáticos adversos contribuyó a aumentar las indemnizaciones de los seguros rurales y redujo la oferta disponible, dejando a los productores rurales con menor cobertura.

El estudio de la Iniciativa Política Climática, de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (CPI/PUC-Rio), que construye un mapa sobre el aseguramiento rural en Brasil y propone acciones efectivas para la seguridad de la agricultura brasileña frente al cambio climático , se centra en la cobertura de soja. En el año agrícola 2021/2022, la severa sequía hizo que las indemnizaciones crecieran más de cuatro veces con respecto a la cosecha anterior, según datos de la Superintendencia de Seguros Privados (Susep).

Además de ser Brasil el mayor productor mundial de soja, el cereal es el principal rubro del sector agrícola nacional y el producto más asegurado. El cultivo de soja se ha expandido en el país, pero los productores están cada vez más sujetos a una serie de riesgos climáticos que pueden generar pérdidas.

Debido a la diversidad climática y geográfica del país, algunos lugares están más expuestos a riesgos que otros. Según investigadores del CPI/PUC-Rio, los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahia, el noroeste de Rio Grande do Sul y el oeste de Paraná tienen una gran producción de soja y una alta variabilidad de la productividad, un posible indicador de inestabilidad asociada a eventos climáticos.

Producción y riesgo de pérdidas

Los instrumentos de gestión de riesgos ayudan a los productores rurales a protegerse de los peligros naturales. El estudio muestra que la cobertura de seguro de soja rural se concentra en las regiones del Sur y Medio Oeste. La Región Sur concentra el 60% del número de pólizas y el 43% del valor de las primas, a pesar de haber producido solo el 37% de la soja entre 2006 y 2018) y valor producido (44%), concentra el 20% de las pólizas de seguros y 34% de las primas pagadas en el mismo período.

La cobertura de seguros de soja se ha ampliado en los últimos años. El número de municipios con seguro aumentó un 22% entre 2008 y 2018. Sin embargo, más de mil municipios permanecen sin ningún tipo de cobertura de seguro. El estudio identificó grandes regiones productoras de soja con baja cobertura de seguros, como es el caso de gran parte del estado de São Paulo, el oeste de Santa Catarina y parte del norte de Rio Grande do Sul.

A pesar de la reciente expansión de la producción de soja y del sector asegurador en estas regiones, el crecimiento de la cobertura no ha sido proporcional. La Región Nordeste tiene similar proporción de área sembrada (8%), valor producido (8%) y primas de seguros rurales (9%), y mayor proporción en el volumen de indemnizaciones (18%). Esto indica que la región tiene un alto riesgo de pérdidas.

La gerente senior de investigación del CPI/PUC-Rio y coordinadora del estudio, Priscila Souza, destaca que la adopción de prácticas modernas y sostenibles, que contribuyan a la adaptación y mitigación del cambio climático, requiere inversiones considerables.

Priscila afirma que los productores necesitan instrumentos financieros adecuados para hacer frente a los riesgos involucrados. “La oferta de seguros debe expandirse a productores y regiones con acceso limitado a productos financieros y que son más vulnerables a eventos climáticos”.

Identificación de causas

Los investigadores investigaron las variables climáticas más relevantes para explicar las pérdidas en la producción de soja. Los resultados indican que, en Brasil, la producción se ve afectada principalmente por sequías y lluvias excesivas. Las precipitaciones, el riesgo de incendio y el viento son las variables climáticas que más influyen en la probabilidad de sequía y en la ocurrencia de pérdidas.

Los índices más altos de riesgo de incendios están relacionados con mayores riesgos de sequía. Y la ocurrencia de fuertes lluvias y tormentas está asociada con precipitaciones excesivas y vientos de alta velocidad. Además de Priscila, participaron del estudio los investigadores Mariana Stussi y Wagner Oliveira.

“Identificar estas variables climáticas es importante para predecir futuras pérdidas y, por tanto, orientar la implementación de políticas públicas y acciones efectivas de las aseguradoras”, concluye Priscila, quien defiende el estímulo del gobierno a la expansión del seguro rural. Según Priscila, esto se puede hacer invirtiendo en el Programa de Subsidio de Prima de Seguro Rural, reduciendo el costo de adquisición de pólizas, mejorando la Zonificación Agrícola de Riesgo Climático y fortaleciendo el mercado de reaseguros en Brasil. En un escenario de mayor riesgo, las reaseguradoras se vuelven cada vez más importantes, dicen los investigadores.

*Pasante bajo la supervisión de Akemi Nitahara

Foto de © CNA/ Wenderson Araujo/Trilux

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