Hacienda quiere intensificar fiscalización de impuestos a la importación
“Lo que se está proponiendo son herramientas que permitan una efectiva fiscalización y exigencia tributaria a través de la gestión de riesgos”, informó. “La Renta centrará su inspección en los envíos de mayor riesgo, en los que nuestros sistemas de gestión de riesgos, alimentados por declaraciones anticipadas, indiquen un mayor riesgo de inconsistencias”, explica el comunicado.
La propuesta de Hacienda es obligar a la presentación de declaraciones de importación completas y anticipadas, con identificación completa del exportador e importador. En caso de subfacturación o datos incompletos o incorrectos, habrá una multa.
Actualmente, existe exención de impuestos sobre remesas internacionales hasta US$ 50, únicamente para transacciones realizadas de persona a persona. Sin embargo, la agencia propone cambios en el procesamiento de pedidos para evitar el fraude por parte de grandes empresas extranjeras.
“Este beneficio es solo para envíos de particular a particular, pero ha sido ampliamente utilizado de manera fraudulenta, para ventas realizadas por empresas extranjeras”, explicó la agencia en un comunicado de prensa, en la noche de este martes (11), para aclarar la información divulgada. por la prensa que la agencia pondría fin a esta exención fiscal específica.
Hacienda quiere dar el mismo tratamiento a las remesas de personas físicas y jurídicas. “Hoy las remesas de particulares de bienes con valor relevante son absolutamente inexpresivas. Esta distinción solo está sirviendo para el fraude generalizado en las remesas”, argumentó.
Para la Renta, las medidas pretenden beneficiar a los consumidores. “Con la declaración anticipada, la mercadería puede llegar a Brasil ya despachada (canal verde), y puede ir directamente al consumidor”, dijo. “Con el tiempo, el propio consumidor preferirá comprar a empresas confiables, que cumplan estrictamente con la legislación brasileña”, agrega.
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Actualmente, las importaciones por parte de particulares no pueden superar los US$ 3.000 por operación. Hasta US$ 500, el impuesto se simplifica y corresponde al 60% de la compra, incluido el valor del producto y los gastos de envío y seguro. De US$ 500 a US$ 3.000, el Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS), administrado por los estados, y tasa de despacho aduanero de R$ 150.
Por encima de US$ 3.000, la compra se considera una persona jurídica. Cada producto se cobra según el Impuesto de Importación y se le suman otros impuestos, como el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), el Programa de Integración Social (PIS) y la Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social (Cofins).
En dos situaciones no se cobra el Impuesto de Importación. El primero es la exención establecida por ley para libros, revistas (y otros periódicos) y medicamentos. En el caso de medicamentos, están exentas las compras por particulares hasta US$ 10.000, siendo liberado el producto sólo si cumple con las normas de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Finalmente, los pedidos de hasta US$ 50 tampoco pagan impuestos, beneficio que solo se otorga si el envío se realiza entre dos personas, sin fines comerciales.
Foto de © Marcelo Camargo/Agência Brasil