Horario de verano: los científicos se manifiestan contra el regreso de la medida

Después de haber sido derogado durante cinco años, el horario de verano puede regresar. Pero las polémicas en torno a la medida van ahora más allá del ahorro energético y han llegado al ámbito sanitario. Un grupo de científicos vinculados a la cronobiología -ciencia que estudia los ritmos y los fenómenos biológicos- firmaron un manifiesto afirmando que el cambio de hora puede causar graves daños a la salud, que superan incluso los beneficios económicos.

El manifiesto explica que los ritmos biológicos humanos están relacionados con el ciclo natural de luz y oscuridad. Este ciclo regula automáticamente funciones esenciales como el sueño, el apetito e incluso el estado de ánimo. El horario de verano, según los estudiosos, confunde esta sincronización y obliga al organismo a reajustarse a un nuevo «tiempo social».

La funcionaria pública de Brasilia, Juliana Passos, coincide con los científicos. No le gustan los cambios y dice que le cuesta mucho adaptarse.

“Siento que tiene impactos muy relevantes en temas de salud, especialmente en temas de sueño. Cuando nos levantamos muy temprano todavía está oscuro, dormir es más complicado, porque estamos más expuestos a la luz y al calor y tardamos un poco en relajarnos al final del día”. La residente del DF todavía dice sentirse más irritable en esta época del año.

Consecuencias para la salud

Aunque la diferencia sea sólo de una hora, la adaptación puede ser lenta y más difícil para algunas personas. Según los expertos, el cambio puede provocar los siguientes problemas:

• Trastornos del sueño
• Aumento de eventos cardiovasculares adversos
• Trastornos mentales y cognitivos.
• Crecimiento del número de accidentes de tráfico en los primeros días tras el cambio.

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Entre los argumentos utilizados por los científicos en el manifiesto se encuentra un estudio de 2017 de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), que abordó la forma en que abordamos la transición temporal.

La encuesta se basó en cuestionarios en línea y analizó las respuestas de más de 1.200 participantes sobre los horarios habituales de sueño y vigilia, preguntando también sobre la llegada del horario de verano. La conclusión fue que más de la mitad de los entrevistados refirieron sentir algún malestar durante el horario.

Los investigadores destacan que la posición expresada en el manifiesto se basa únicamente en evidencia científica, independientemente de inclinaciones políticas, argumentando que para preservar la salud y el bienestar lo ideal es mantener el cambio de horarios fuera de los planes.