IBGE: anuncio de resultados iniciales del Censo 2022 es un momento histórico
Tal como lo define la ley, los censos deben realizarse cada diez años. Después de la edición de 2010, el IBGE se preparó para realizar la encuesta de 2020, lo que no sucedió. La pandemia de covid-19 impidió que los censistas acudieran a la recolección de campo. Siguiendo recomendaciones del Ministerio de Salud, el instituto tuvo que posponer los trabajos previstos para ese año. “Esto se debe a que las pandemias son clasificadas como caso fortuito o fuerza mayor, ya debidamente reconocidas en el ámbito jurídico nacional e internacional”, informó el IBGE.
Al año siguiente, otro problema impidió que se realizara el censo. El profundo recorte presupuestario trasladó la recopilación de datos a 2022. El trabajo, según Azeredo, incluyó una encuesta posterior a la enumeración, que se dará a conocer por primera vez. “La encuesta post-enumeración evalúa el Censo. Esta es la clave. Los censos no son auditados”, comentó, agregando que con esa medida, la transparencia guiaba al IBGE en todo momento en su trabajo y, mensualmente, había un comunicado de prensa para acompañar el progreso de las actividades.
“Este Censo, estoy seguro, fue un parteaguas para el IBGE. Es el IBGE antes y después del Censo 2022. El IBGE se reinventó para realizar la encuesta. A pesar de todos los problemas, estamos entregando un producto increíble a la sociedad y estamos muy orgullosos de ello”, dijo.
El gerente técnico del Censo 2022, Luciano Tavares Duarte, informó que, de manera inédita, el resultado traerá datos sobre las coordenadas geográficas de los domicilios visitados por los censistas durante los diez meses de operación. “Ver este retrato de la ocupación humana en todo el territorio nacional, desde las concentraciones más altas en las regiones Sur y Sudeste hasta la población que vive a orillas de los ríos en la Amazonía, es un retrato muy importante que traemos. Es una información sin precedentes, la que producimos en este Censo”.
Según el vicepresidente, el apoyo dado por el Ministerio de Planificación en los últimos cinco meses fue fundamental no sólo para liberar R$ 350 millones adicionales, que no estaban previstos en el presupuesto original, sino también para participar en campañas de incentivo a la población para responder al Censo.
Según Azeredo, con los recursos adicionales se logró asegurar trabajo en tierras yanomami, en consorcio entre los ministerios de Planificación, Pueblos Indígenas, Justicia y Defensa y llevar el Censo a más de 2 millones de personas que viven en barrios marginales. El presidente del IBGE recordó que solo una favela aún no recibió censadores, pero ya se está configurando una estrategia para que esto suceda pronto. Por razones de seguridad, no reveló el nombre de la comunidad. “Solo en estos cinco meses, con la ayuda del Ministerio de Planificación, colocamos en la operación de censo a 2 millones de personas que viven en favelas.
Foto de © Fabio Rodrigues-Pozzebom/ Agência Brasil
