Neoindustrialización no ignora comercio y servicios, dice secretario
“Cuando hablamos de neoindustrialización (en Brasil) estamos pensando en una articulación entre industria, comercio y servicios. Del efecto articulado que esa neoindustrialización tendrá sobre la sustentabilidad y sobre la generación de empleos y rentas de alta calificación”, dijo el secretario al participar, este jueves (11), en la presentación plataforma digital que el Ministerio de Fomento, Industria, Comercio y Servicios creó para brindar información actualizada sobre el comercio electrónico en el país.
Todavía en campaña para la Presidencia de la República, el entonces candidato Luiz Inácio Lula da Silva prometió que, de ser elegido, buscaría incentivar las actividades industriales a través de nuevas políticas públicas. En vísperas de la primera vuelta, Lula visitó Ipatinga (MG), importante polo siderúrgico nacional ubicado en el llamado Vale do Aço, y declarado que “todos somos conscientes de que Brasil necesita volver a ser un país industrializado”.
Después de ser elegido, Lula siguió señalando que la reindustrialización es una de las prioridades de su gobierno. En enero, al participar en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente fue más allá, proponiendo que los países del bloque a unirse en torno a un objetivo similar.
“Tenemos que unir fuerzas a favor de una mejor infraestructura física y digital, la creación de cadenas de valor entre nuestras industrias y más inversiones en investigación e innovación en nuestra región”, dijo Lula.
Desde abril, el vicepresidente y ministro Geraldo Alckmin comenzó a utilizar el término neoindustrialización para referirse a la propuesta del Gobierno de fortalecer áreas en las que el país ya tiene capacidad instalada y potencial para aumentar la productividad de manera sostenible.
“La pregunta siempre ha sido: ¿dónde fabrico bien y barato? ¿Ahora es donde fabrico bien, barato y logro compensar las emisiones de carbono? Es en Brasil. Brasil es el gran protagonista de este momento en la lucha contra el cambio climático y en el avance de las energías renovables”, enfatizó Alckmin al ser entrevistado para el programa La Voz de Brasil.
En la oportunidad, el vicepresidente ponderó que, para apalancar el sector industrial, que hasta la década de 1970 era responsable del 30% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y actualmente representa poco más del 10%, es necesario reducir las tasas de interés e implementar una reforma tributaria. El llamado sector terciario, que engloba las actividades de comercio y servicios, representa alrededor del 70% del PIB brasileño.
Este miércoles (10), mientras participaba de una audiencia pública realizada por la Comisión de Industria, Comercio y Servicios, el subsecretario del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Felipe Augusto Machado, comentó sobre el uso de la expresión “neo -industrialización”, de Alckmin.
“En sus palabras, no sería una reindustrialización, sino una neoindustrialización: una industrialización (hecha) bajo nuevas bases. Estamos hablando de un cambio radical en el paradigma tecnológico”, afirmó Machado.
También este miércoles, el futuro presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Ricardo Albán, defendió el uso de la expresión neoindustrialización, alegando que se trata de un nuevo concepto de desarrollo para el sector. “El hecho de que cambiemos nuestro discurso, de la reindustrialización a la neoindustrialización, nos motiva aún más”, dijo Alban a Folha de S.Paulo. “Al mirar hacia adelante, no podemos decir que se trata simplemente de una reindustrialización. Brasil fue una vez más industrializado, pero lo sigue siendo, con nichos industriales de punta (…) Lo que necesitamos ahora, en esta neoindustrialización de la que estamos hablando, es identificar las ventanas de oportunidad. Brasil ha hecho poca investigación en innovación, tecnología y desarrollo”.
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