Plan de Reanudación de la Industria Brasileña propone inversiones en descarbonización

Eso es lo que sucede durante el ciclo del carbono: un átomo de carbono puede pasar millones de años en el carbón, antes de ser quemado en una central eléctrica y liberar compuestos nocivos a base de carbono que persisten en la atmósfera durante décadas, como los gases CO², para ser absorbidos por el océano, árboles o cultivos agrícolas y eventualmente ser consumidos por humanos y liberados de nuevo a la atmósfera, para nuevas trayectorias.

Pero reducir las emisiones de carbono a la atmósfera, especialmente de dióxido de carbono (CO²), es una de las metas de la industria brasileña. El objetivo principal de la descarbonización es lograr una economía global, con emisiones reducidas a partir de la diversificación de la matriz energética por fuentes de energía más limpias.

También es fundamental abrir el mercado a productos y servicios acordes con estas premisas y con procesos más sostenibles y con menor impacto sobre el medio ambiente en los distintos sectores industriales.
Entre las estrategias cruciales para implementar la descarbonización, algunas son de largo plazo, como explica Flávio de Queiroz, profesor de Ingeniería Civil del Centro Universitario de Brasilia.

“En general, la inversión en tecnología para generar tanto energía como combustibles sostenibles y renovables es lo que se va a necesitar y lo que busca la industria. Algunos ejemplos: el uso de biocombustibles y etanol de segunda y tercera generación en cualquier segmento que necesite motores. La energía eólica fotovoltaica en la generación y distribución de energía y, más recientemente, el hidrógeno verde e incluso el hidrógeno azul son algunas de las acciones que están en marcha y en curso en el segmento de la industria nacional”, destaca.

Descarbonización: Desafíos y Oportunidades

La descarbonización de la economía es una de las misiones del Plan de Reanudación de la Industria, presentado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI) al gobierno brasileño. La propuesta tiene cuatro ejes de políticas industriales para la reanudación del crecimiento del país, ellos son: descarbonización, transformación digital, salud y seguridad sanitaria y defensa y seguridad nacional.

Además de los beneficios ambientales, la descarbonización genera oportunidades de negocio para una nueva economía, según explica el director ejecutivo de Medio Ambiente y Sostenibilidad del CNI, Davi Bomtempo.

“Es una nueva forma de producir, una nueva forma de consumir diferentes cadenas de valor, entonces todo eso generará empleos, generará ingresos, generará ingresos, desarrollo regional y por supuesto abarcará las tres esferas de la sustentabilidad: primero , cuidando el medio ambiente mediante la reducción de emisiones y el consumo sostenible de los recursos naturales. En segundo lugar, contemplará el aspecto social, generando empleo y renta. Y el económico, porque generará riqueza para Brasil. El país tiene potencial para posicionarse como un jugador importante y ser muy competitivo en el mercado internacional”, dice.

Sin embargo, para implementar la descarbonización de la industria brasileña, es necesario superar algunas barreras. Bomtempo destaca cuatro desafíos.
“Políticas públicas, es decir, necesitamos desarrollar el marco legal para poder operar con seguridad jurídica y confianza. Una fuerte agenda de financiación también, es decir, cómo financiar esta transición. También tenemos una línea de educación y capacitación, es decir, cómo estos trabajadores se desarrollarán y podrán recibir esta nueva economía. Y otros temas relacionados con la tecnología y la innovación que Brasil necesita absorber y, por lo tanto, ser más competitivo”, concluye.