Reforma Tributaria: alcaldes electos inician 2025 con los desafíos de la transición
El IBS, que promete unificar los impuestos sobre bienes y servicios, aparece como un intento del gobierno federal de simplificar el sistema tributario brasileño. Sin embargo, los expertos advierten que este cambio podría tener graves consecuencias, especialmente para los municipios más pequeños (que suman alrededor de 4.800 ciudades en el país) que a menudo dependen de los ingresos del ISS para financiar servicios esenciales.
El máster en Derecho Tributario de la USP, Carlos Crosara, enumera algunos de esos desafíos.
“El primero de ellos será la coexistencia con dos regímenes fiscales legales, lo que ya aumenta aún más la complejidad del sistema. Durante el periodo de transición, la ISS seguirá vigente con toda su legislación y normativa y la IBS irá entrando en vigor progresivamente. Y también generará una necesidad de inversión en tecnología e infraestructura para hacer funcionar estos dos sistemas”.
SII no acumulativo
Otro punto planteado por Crosara, que puede plantear desafíos a los gestores municipales, es la cuestión del carácter no acumulativo del SII.
«No acumulativo significa que, si tiene un impuesto en una transacción anterior, puede aprovechar el impuesto en el que incurrió en la transacción anterior para deducir el impuesto adeudado en la transacción posterior».
En este punto, para Crosara, será necesario hacer un cambio importante en los registros de los contribuyentes para poder utilizar este nuevo sistema no acumulativo, ya que ni ellos ni los inspectores de Hacienda están acostumbrados a este nuevo modelo. «Será un largo período de adaptación hasta que se acostumbren a este nuevo modelo».
Impacto para las ciudades
La expectativa es que el nuevo impuesto traerá mayor equidad en la tributación, pero hasta que esto suceda, los alcaldes (especialmente en las ciudades más pequeñas) tendrán que, además de adaptarse a los cambios, garantizar que se mantenga la calidad de los servicios públicos, incluso en un escenario de incertidumbres fiscales.
Ranieri Genari, abogado especializado en Derecho Tributario del IBET, cree que el impacto sobre estos directivos será grande, más aún en el período de transición.
“Desde el punto de vista de la planificación, tanto financiera como presupuestaria, este alcalde tendrá un poco más de dificultad para crear esta composición presupuestaria y comprender cuánto dejará de recaudar este pequeño municipio o tendrá un aumento en esta recaudación. Entonces él necesita entender que el estudio preliminar para poder tomar estas decisiones será muy importante”.
El tamaño del sector público también puede ser un factor importante en el período de transición, pero el mayor dinamismo económico de las grandes ciudades también se verá afectado por la reforma, como cree el asesor presupuestario César Lima.
“En general, los ayuntamientos más pequeños dependen más de las transferencias intergubernamentales que de sus propios ingresos. Para los más grandes, que tienen un mayor movimiento económico, este impacto se sentirá más, incluso con los “amortiguadores” creados para la transición, y ciertamente habrá pérdidas al principio”.
Lima también explica que para estas pérdidas se creó el fondo de compensación – Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) – que debería actuar para eliminar cualquier pérdida de ingresos resultante de la reforma tributaria.
El período de transición previsto por el CE 132 será de 7 años, durante los cuales el IPI, PIS, Cofins, ICMS e ISS (impuestos que los brasileños pagan al comprar un producto o servicio) serán reemplazados por CBS, IBS e IS.
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Por Brasil 61