Relator del marco fiscal incluye medidas para limitar el gasto, en caso de que el gobierno no cumpla con las metas
Cajado dijo que la Cámara de Diputados debe votar el régimen de urgencia para la tramitación del proyecto este miércoles (17). El parlamentario afirmó que el informe fue bien recibido por los líderes partidarios y que la versión final deberá ser apreciada por el pleno de la Cámara el próximo 24 de mayo.
“Tengo una expectativa positiva. En el colegio de mandatarios quedó claro que el texto tiene respaldo. Fue muy bien recibido. Discutimos exhaustivamente y el propio gobierno avanzó en la negociación y está de acuerdo con el texto que se presentó”, expresó. señaló
Puntos principales
Las principales reglas que el Ministerio de Hacienda propuso para las cuentas públicas fueron mantenidas por el relator, Cláudio Cajado. El proyecto crea un intervalo de tolerancia o, como lo ha llamado el gobierno, bandas de variación para el objetivo de resultado primario. El resultado primario es la diferencia entre lo que recauda y gasta el gobierno, excluyendo el pago de intereses de la deuda.
El Ejecutivo propone que el objetivo de resultado primario se dé por cumplido aunque varíe un 0,25% a la baja o al alza. Por ejemplo: para el próximo año, el gobierno estima un resultado primario de 0% del PBI. Esto significa que la expectativa es para gastos y gastos del mismo tamaño. Sin embargo, si el resultado está entre – 0,25% del PIB (banda inferior) y 0,25% del PIB (banda superior), estará dentro de la meta y, por lo tanto, se considerará cumplida.
En 2025, por ejemplo, la meta es un superávit (cuentas en azul) del 0,5% del PIB. El resultado final puede variar entre 0,25% (banda inferior) y 0,75% del PIB (banda superior).
De cumplir con la meta de resultado primario, el gobierno podrá aumentar su gasto hasta en un 70% del crecimiento de los ingresos obtenido en los 12 meses anteriores. Es decir, si lo que el gobierno recauda de impuestos, tasas y otras fuentes de ingresos aumenta en R$ 10 mil millones, al año siguiente puede aumentar los gastos en un máximo de 70%, o sea, R$ 7 mil millones.
Si el saldo de las cuentas públicas se mantiene por debajo de la banda inferior de la meta, al año siguiente el gobierno solo podrá aumentar el gasto en un 50% del crecimiento de los ingresos y no más en un 70%.
Por otra parte, en un escenario donde el resultado de las cuentas públicas se encuentre por encima de la banda superior de la meta, el Ejecutivo podrá destinar hasta el 70% del excedente para inversiones, con prioridad para obras inconclusas o en ejecución.
El texto también propone que, independientemente de lo que recaude, el gobierno podrá gastar entre un 0,6% y un 2,5% más que el año anterior, sin contar la inflación. El tope de gasto, que será reemplazado por el marco fiscal, limitó el crecimiento del gasto a cero, en la práctica.
Medidas de ajuste
El relator agregó algunas medidas de ajuste, también conocidas como prohibiciones o incluso «disparadores», para situaciones en las que el gobierno no cumple con la meta de resultado principal.
Supongamos un escenario en el que el Ejecutivo no alcance la meta de resultado primario en 2023. Bajo el marco propuesto por el Ministerio de Hacienda, en 2024 el gobierno solo podría aumentar los gastos en un 50% del crecimiento de los ingresos y no en un 70%, si cumple con el gol Pero además de este castigo, Cajado propuso que, en el primer año de incumplimiento, se impida al Ejecutivo:
- Crear puestos, trabajos o funciones que impliquen un aumento de gastos;
- Cambiar la estructura de carrera que genera crecimiento de gastos;
- Crear o incrementar ayudas, como Bolsa Família, ventajas y beneficios de cualquier naturaleza;
- Crear gasto obligatorio;
- Adoptar una medida que implique un reajuste obligatorio de gastos por encima de la variación de la inflación (con excepción del salario mínimo, que podrá aumentar por encima del IPCA);
- Crear o ampliar programas y líneas de financiamiento, condonación, renegociación o refinanciamiento de deudas que generen ampliación de subsidios y donaciones;
- Otorgar o ampliar incentivos o beneficios fiscales.
Los disparadores son válidos por un año. Si al año siguiente se alcanza el objetivo de resultado primario, las medidas dejan de tener validez automáticamente. El texto también prevé que el Presidente de la República podrá proponer al Congreso Nacional la suspensión parcial o gradual de las medidas de ajuste, “demostrando que el impacto y la duración de las medidas adoptadas serán suficientes para corregir el desvío”.
Si el gobierno incumple la meta de resultados primarios por segundo año consecutivo, se le agregarán otras prohibiciones, como otorgar aumentos y reajustes en los gastos de personal; admisión o contratación de personal, salvo que se trate de reposición de plazas vacantes y celebración de concurso público, con excepción de reposición de plazas vacantes.
“Creo que el texto es muy bueno para el gobierno, para la sociedad y para lo que queremos lograr, la trayectoria de la deuda, cada vez de manera más firme, con la consecuente caída de las tasas de interés, porque está claro que la la consecución de la meta fiscal es un objetivo que sí implica sanciones y castigos si el Gobierno no actúa dentro de los parámetros que estamos marcando en este marco fiscal”, ha señalado Cajado.
El texto enviado por el gobierno hizo opcional la contingencia de recursos en caso de incumplimiento de la meta, pero Cajado hizo obligatoria la medida en el proyecto de ley. Además, los informes de evaluación de ingresos y gastos deberían publicarse bimestralmente, como se hace actualmente, y no trimestralmente, como propone el Ministerio de Hacienda.
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Por Brasil 61